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¿Quiénes somos?
La actual elkar Fundazioa surge de las iniciativas puestas en marcha durante la década de 1970 para responder al declive que sufrían el euskera y la cultura vasca.
En 1968 Joseba Jaka empezó a vender libros a domicilio y poco después se le unieron sus hermanos. Una de sus principales preocupaciones era la necesidad de material escolar para las ikastolas. En 1972, un grupo de 20 personas de Ipar Euskal Herria fundó la editorial Elkar, grupo al que se sumaron otras 20 personas del otro lado de la muga. En 1976, el grupo empresarial empezó su andadura con la creación de Bilintx y Zabaltzen.
El grupo empresarial creció y se consolidó reinvirtiendo sus beneficios en el ámbito cultural –la idea de reinvertir fue uno de los principales objetivos de la entidad desde sus inicios–. En 1996 adquirió su actual naturaleza jurídica –fundación–, asumiendo el patrimonio existente y avalando la política de reinversiones de cara al futuro.
Carta fundacional
Los fundadores de Elkar queremos expresar, en la presente Carta fundacional, cuáles son nuestros fines, proyectos y orientaciones.
Elkar es una Fundación que nace para impulsar de manera eficaz la promoción y el desarrollo de la lengua y cultura vascas. Pensamos que la acción cultural no es competencia sólamente de los Poderes Públicos, sino de todos, hombres y mujeres, grupos y asociaciones que actúan en la sociedad. En una palabra, el futuro de la cultura vasca es compromiso y responsabilidad de cada ciudadano.
Para la consecución de sus objetivos, la Fundación propicia la participación de todos y se propone como objetivo y programa el impulsar la cooperación de todos los que quieren crear, desarrollar, propagar y fortalecer el euskera y la cultura vasca
La Fundación entiende la cultura en su sentido más amplio y abierto. Los principales elementos de esta cultura se encuentran en las soluciones y respuestas que la comunidad vasca ha ido dando a lo largo de su historia y tradición y de forma especial en las últimas décadas de nuestra historia. La cultura vasca es tanto herencia como quehacer, pasado como futuro, derecho como obligación. Además, la Fundación aceptará e impulsará toda acción intercultural, asumiendo las influencias exteriores sin complejos ni mimetismos, y propiciando la inserción de nuestra cultura en el ámbito internacional en pie de igualdad con el resto de las culturas. La Fundación reforzará los medios de normalización de la cultura vasca, para evitar que se transforme en marginal o clónica.
La Fundación quiere ser un lugar de encuentro para todos los vascos, superando partidismos, sectarismos y discriminaciones. Entender la cultura vasca de manera integradora significa que las fuerzas y tendencias diferentes trabajen juntas, sin exclusivismos. Además de ser un lugar de encuentro, la Fundación quiere contribuir a la dinamización y realización de la iniciativa popular.
La Fundación no pretende trabajar exclusivamente en solitario, sino en cooperación con personas, grupos y asociaciones y otras entidades ajenas a ella. Consecuentemente, además de impulsar actividades propias, la Fundación tiene la voluntad de participar en actuaciones e iniciativas culturales conjuntas.
La Fundación Elkar piensa que es imprescindible dotar de medios económicos las capacidades humanas existentes a fin de crear, desarrollar y difundir la cultura vasca en la sociedad y mundo modernos. La Fundación piensa que la cultura y la economía deben cooperar plenamente. En consecuencia, prestará especial atención al desarrollo de infraestructuras y estructuras necesarias a la cultura vasca.
La propietaria del grupo empresarial es una fundación, con el fin de garantizar que los recursos generados se destinen a la cultura.
Empresa y economía al servicio de la cultura. El objetivo de elkar Fundazioa ha sido impulsar el euskera y la cultura vasca desde la vertebración de la industria cultural, para lo cual se ha ido configurando una estructura integral que engloba la producción, la difusión y la venta de libros y de música.